(Fuente imagen: Universidad de Valencia)

El clic de la cuestión, las mujeres hacemos ciencia.

Las científicas del video hablan sobre la necesidad de identificar las situaciones de discriminación de las mujeres en la ciencia. Hablan del efecto Jennifer y John, un estudio de la universidad de Yale en el que envían currículums iguales a diferentes universidades, pero uno con nombre femenino y otro con nombre masculino. Se comprobó que sistemáticamente se valora mejor a hombres que a mujeres. También comentan que aunque biológicamente hombres y mujeres seamos diferentes, los estudios en neurociencia no apoyan la hipótesis de que de manera objetiva podamos diferenciar un cerebro femenino de uno masculino. Moldean mucho más nuestro cerebro la diversidad biológica, nuestro entorno y nuestro comportamiento que el sexo con el que nacemos.

Además, hablan sobre situaciones de discriminación a las que se han enfrentado en su entorno laboral por el simple hecho de ser mujeres. La verdad es que no me ha sorprendido lo que contaban porque es algo que he vivido como científica. Estudié física en un entorno con muchos más hombres que mujeres, y cuanto más consciente eres de las situaciones de discriminación más capaz eres de identificarlas. Y lo peor es que muchas veces somos las propias mujeres las que participamos de esa discriminación, por la manera en la que hemos sido educadas dentro del sistema patriarcal. Por lo tanto, es fundamental que seamos conscientes de ello para poder cambiarlo. Por un lado, para que cesen estas situaciones de discriminación y a las mujeres en ciencias stem no nos cueste más trabajo llegar al mismo sitio que a un hombre. Por otro, para reformular la manera de hacer ciencia, las preguntas que hacemos y la forma en la que respondemos.

Mujeres en la ciencia

En el video diferentes científicas, tanto profesionales como estudiantes, hablan sobre qué les ha impulsado a dedicarse a la ciencia y las diferencias entre hombres y mujeres en el ámbito científico. En general, podemos ver que hay más mujeres que hombres en los laboratorios o en puestos de secretaría y organización. Sin embargo, los puestos directivos y de poder los ocupan hombres. Esto conlleva también una diferencia salarial y que la mayor parte de los premios se los lleven hombres. En general, en el ámbito científico y académico se valoran más las opiniones de los hombres.

Lo sorprendente, como en el video anterior, es que la reticencia a cambiar esta situación de desigualdad es tanto por parte de los hombres que no quieren perder su situación de privilegio; como por parte de las mujeres, que tienen tan arraigada la cultura patriarcal y su supuesta inferioridad que no son conscientes de la discriminación.

Como dice Lucía Gallego en el video, lo ideal sería no tener que hablar de esto, que realmente hubiera diversidad en la ciencia tanto de género como de otros colectivos marginados. Este cambio es necesario y se traducirá no sólo en una ciencia más inclusiva, sino mejor, porque se beneficiará de la diversidad de enfoques y puntos de vista.