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La ambivalencia de la ciencia
30 abril, 2021
(Fuente imagen: Mujeres con ciencia)
Diálogo entre Clara Immerwahr y Fritz Haber la noche de la muerte de Clara.
- Clara prepárate, que los invitados llegarán pronto.
- No pienso bajar a la fiesta Fritz, no pienso celebrar que hayas matado a cientos de personas y vayas a matar a miles más.
- ¿No puedes ser una buena esposa y alegrarte por mí, me han ascendido a capitán?
- Soy algo más que tu esposa, soy una persona con aspiraciones e ideas propias. Y no soporto que utilices la ciencia para matar a gente.
- También utilizo la ciencia para alimentar a la gente, pero ahora estamos en guerra y me debo a mi patria.
- Se te llena la boca con esa palabra, ¿te has parado a pensar que esas personas a las que matas tienen una vida, una familia y una patria también? Son personas Fritz.
- Yo soy alemán y defiendo a mi país. Parece que te importan más los extranjeros que los alemanes.
- No me importan más, me importan igual, todos somos personas. Ninguna vida debería valer más que otra.
- Además, ellos usaron armas químicas primero.
- Me da igual quién empezara. La ciencia debería utilizarse para el bien de la humanidad, para el bien de todos, no para matarnos los unos a los otros.
- Clara, ¿no entiendes que estamos en guerra?
- No, no entiendo esta maldita guerra. Sólo sé que el gas es una forma horrible de morir, no sólo los matas, sino que los torturas.
- No veo la diferencia en matar a alguien con una pistola o con gas. Yo voy a defender mi país con todas las herramientas que tenga a mi alcance, soy químico y por lo tanto lo haré con mi ciencia.
- Se te olvida que yo también soy química, la primera doctora en química en Alemania, pero al tener a Hermann tuve que dejar el laboratorio. Y no soporto que mi vida sea sólo ser tu esposa y la madre de Hermann, no quiero vivir así.
- Deja de decir tonterías y prepárate, eres mi esposa y debes asistir a la celebración. Y si tanto echas de menos el laboratorio siempre puedes ayudarme, como hacías al principio.
- No pienso ayudarte a matar a nadie.
- He conseguido sintetizar nitrógeno del aire con el que se fabrican fertilizantes que dan de comer a miles de personas, muchas más de las que según tú yo solito estoy matando.
- No tienes derecho a matar a nadie, ni a una sola persona, por muchas a las que realmente ayudes. Y la síntesis del nitrógeno también se utiliza para fabricar armas.
- En tiempo de paz, un científico pertenece al mundo, pero en tiempo de guerra pertenece a su país.
- No puedo soportarlo más, estar todo el día en casa como una buena esposa mientras tú usas la ciencia para causar sufrimiento. No quiero seguir viviendo en un mundo así.
- Estás loca.
- No estoy loca, estoy harta.