(Fuente imagen: Universidad de los Andes)

Comprensión del nuevo Mundo: geografía e historia natural en el siglo XVI

Olarte habla sobre la comprensión del Nuevo Mundo, y cómo la cartografía y la ciencia natural son herramientas fundamentales para la asimilación del nuevo conocimiento y la conformación tanto de la identidad de América como de la nueva identidad europea.

Normalmente se hace referencia a los descubrimientos como eventos puntuales e individuales, tanto en la historia de la ciencia moderna como en el caso del “descubrimiento” de América. Sin embargo, debemos entender los descubrimientos como procesos en los que interaccionan descubridores y descubiertos (ya sean objetos, lugares, personas…) mediante prácticas sociales transformando la realidad de ambos.

A lo largo de la historia, los descubrimientos han sido mecanismos de apropiación en los que los descubridores se proclaman con el derecho de posesión y dominio de los lugares y objetos descubiertos. Registrar estos descubrimientos en una historia natural es una manera de afirmar la capacidad del descubridor para comprender la naturaleza y el mundo. Por ello, la creación de historias naturales fueron un instrumento por parte de la corona española de dominación del nuevo territorio. Querían un inventario de las cosas que había para saber qué habían adquirido en la conquista y poder ponerles impuestos, conocer cuestiones como qué se cultivaba y en qué cantidad o qué clase de animales se criaban permitía poner aranceles y llevar un registro. En América, cada lugar y cultura diferente tenía distintos nombres para un mismo animal o planta. Mediante la historia natural fue posible unificar las distintas designaciones y así facilitar el control. El registro y la gestión de este conocimiento es una manera de comprender y apropiarse del nuevo territorio. Al dejar por escrito en las historias naturales los nuevos animales y plantas, y las costumbres de los nativos pasaban de ser algo extraño y desconocido a ser parte del conocimiento europeo.

Se suele decir que Colón descubrió América en 1492. Sin embargo, esta afirmación no tiene sentido como evento puntual e individual. La identidad de América como continente fue muy posterior a la muerte de Colón. Fueron necesarios muchos años y un largo y accidentado proceso de interacción entre europeos y americanos para que se llegara a crear esta identidad. En el establecimiento de la idea de América como continente es fundamental la cartografía y el reconocimiento por el resto del mundo sobre los límites geográficos y la realidad del Nuevo Mundo. Esta cartografía fue financiada y llevada a cabo en gran medida por parte de los europeos. Cuando las colonias se independizaron los americanos supieron también ver la importancia de estos estudios para la organización y división del territorio. La cartografía es también una manera de conocer y dominar el nuevo territorio por parte de los europeos. Quieren saber cuánto territorio hay y cómo es para poder administrarlo y sacar beneficio. Les interesaba conocer no sólo cómo era la geografía, sino el tipo de minerales que había y dónde. La cartografía fue también una herramienta esencial para crear la identidad de América, ya que al inicio existían numerosas maneras de llamar al continente, o a cada trozo de tierra conocido. La imprenta y la difusión de ciertos mapas con la denominación de América fue un instrumento esencial para unificar todos los nombres y empezar a crear una identidad americana.

La historiografía tradicional es eurocentrista y tiene una visión asimétrica de la conquista de América. En contraposición, la historiografía actual tiene una visión más simétrica en las que se reconocen tanto las voces europeas como las de los nativos americanos. En este sentido se habla de un encuentro entre dos mundos, poniendo énfasis en la idea de la interacción entre las dos culturas y el hecho de que tanto la identidad americana como la identidad europea cambiaron a consecuencia de este encuentro. Sin embargo, esta visión presenta muchas dificultades debido a la escasez de fuentes de la visión de los nativos americanos. Además, estas fuentes en muchas ocasiones no son directas, sino escritos europeos en los que se menciona a los nativos y sus puntos de vista. Los numerosos cuestionarios que se hicieron durante años a los nativos son una de las pocas fuentes de una visión directa, aunque se debe tener en cuenta de que es a través de preguntas europeas.

En conclusión, tanto la creación de historias naturales como la cartografía fueron mecanismos que utilizaron los europeos para conocer y apropiarse del nuevo mundo. Fueron herramientas fundamentales en el proceso de transformación de lo desconocido en algo familiar, en la incorporación de este nuevo conocimiento. A lo largo de los años se fue creando una identidad americana, que terminó de fraguarse en el siglo XIX con la independencia de las colonias. En este tiempo, también la identidad europea cambió al adquirir este nuevo conocimiento. Los europeos se sintieron conquistadores y dueños del mundo, superiores al resto y con derecho a apropiarse de él. Esta nueva identidad resultó años después en un reparto y explotación del mundo que ha resultado catastrófica y que sigue originando problemas y conflictos hoy en día.

Referencias:

• Olarte, Mauricio Nieto. "La comprensión del nuevo Mundo: Geografía e historia natural en el siglo XVI." El Nuevo Mundo: Problemas y debates. Bogotá: Universidad de los Andes (2004).