Blog

(Fuente imagen: Formación y estudios)

Nuestra capacidad de lenguaje es lo que nos distingue de otros animales. Los animales tienen sistemas de comunicación, pero no lenguaje. Nuestra cultura se asienta sobre nuestra capacidad para comunicarnos con otros seres humanos utilizando un simbolismo que nos permite referirnos a cosas abstractas que no existen. El lenguaje es lo que nos ha permitido crear una organización compleja formada por grandes grupos de individuos.

El lenguaje está en nuestra biología, tenemos un instinto para aprender a hablar. Desde que nacemos aprendemos el lenguaje y tomamos conciencia de nosotros mismos como individuos. El lenguaje no es solo un sistema de comunicación, sino una herramienta para articular el pensamiento. Por eso es muy difícil pensar sin utilizar el lenguaje. Sólo se me ocurren necesidades básicas que puedo dibujar en mi mente, por ejemplo, comida, otra persona, un animal o planta, un lugar… Sin el lenguaje seríamos como animales guiados por nuestros instintos más básicos, la necesidad de comer y beber, la necesidad de descansar, la necesidad de reproducirnos, la necesidad de tener un hogar donde estar seguro.

Estas necesidades básicas pueden comunicarse a otros individuos sin necesidad de un lenguaje, como hacen los animales. Sólo es necesario un sistema de comunicación utilizando señales y sonidos que puedan ser percibidos por los sentidos de otros individuos. Sin embargo, para relacionarlas, elaborar cadenas complejas de pensamiento y transmitírselas a otro sería imprescindible el lenguaje. Por ejemplo, animales como los lobos se organizan para cazar. Sin embargo, esta organización es instintiva y se aprende desde que nacen observando a otros individuos del grupo. No hay una conversación en la que planeen qué van a cazar al día siguiente o dónde van a ir.

Es cierto que existe una comunicación no verbal muy importante en nuestras relaciones sociales. Un gesto, una mirada o una postura pueden transmitir mucha información. Esta comunicación no verbal puede ser incluso no intencionada. Creo que para interpretar este tipo de comunicación relacionada con nuestras necesidades básicas no hace falta lenguaje. Hay animales que mediante la comunicación no verbal saben si otros individuos están dispuestos o no a tener relaciones sexuales. Sin embargo, creo que nuestra habilidad para interpretar esta comunicación no verbal más allá de lo básico es parte de nuestra cultura, que se basa en nuestro lenguaje. Por ejemplo, que una persona eructe después de comer tiene distintos significados en diferentes culturas y se puede interpretar como algo positivo o algo negativo.

Creo que es imposible elaborar planes y transmitirlos a otros individuos sin utilizar un lenguaje. Imaginar una serie de pasos en tu mente ya requiere que tú mismo tengas la capacidad de abstracción de pensar en el futuro y en cosas que en ese momento no estás viendo. Pero, además, creo que para hacerle entender a otra persona esa misma serie de pasos que hay en tu mente es imprescindible el lenguaje. Es imprescindible ponerte de acuerdo con la otra persona sobre el significado del simbolismo que tú utilizas.

Bibliografía

Una simple huella, Xurxo Mariño, Mètode de la Universidad de Valencia, 103

Yo soy vosotros, Xurxo Mariño, Mètode de la Universidad de Valencia, 101

El misterio de la mente simbólica, Xurxo Mariño