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(Fuente imagen: Laboratorium)

Introducción a historia de la ciencia. Tarea 7

El museo de ciencia de Bergara (Gipuzkoa), el “Laboratorium”, tiene mucha historia de la ciencia detrás. Está situado en la antigua Sociedad de Amigos del País, lugar que en el siglo XVIII fue un referente a nivel mundial en ciencia. En él se descubrió no solo el wolframio, el vigésimo cuarto elemento descubierto hasta esa fecha, sino que se hicieron muchos avances. Por ejemplo, se desarrolló el método para hacer maleable el platino; se creó el primer Jardín Botánico de Gipuzkoa y el primer observatorio meteorológico; a lo largo de los años se fueron creando las primeras colecciones de ciencias naturales con el puro fin del conocimiento científico; y se creó la primera Escuela Industrial de formación de ingenieros en el País Vasco.

El museo no sólo cuenta la historia de estos descubrimientos, sino también la del Real Seminario de Bergara, y la de los distintos personajes que contribuyeron tanto a estos descubrimientos como a la fama del lugar. Y es que estos descubrimientos no se dieron en Bergara por casualidad, sino debido una serie de circunstancias que lo propiciaron. Por un lado, durante la ilustración se crearon las Sociedades de Amigos del País, que daban especial importancia a las ciencias experimentales. Por otro lado, esto motivó la creación de una infraestructura para educación e investigación competitiva con los grandes centros europeos, apostando por la innovación. Este es precisamente el tema principal de la exposición permanente. El principal objetivo del museo es contribuir al avance y el progreso mediante la innovación, la investigación y la educación.

A través de esta historia a tres bandas, la de los descubrimientos, el lugar y los personajes, el museo nos aproxima a la ciencia que hay detrás de ellos. Mediante la historia del descubrimiento del wolframio nos asomamos a la tabla periódica y el trabajo de Mendeléyev. Pero también lo hacemos a la celebración del aniversario de los 150 años de la tabla periódica, a la procedencia del mineral, al dificultoso y repetitivo método para obtener el elemento puro, o a sus diferentes utilizaciones. Esto también sirve de excusa para hablar de medio ambiente y sostenibilidad, ya que las antiguas bombillas estaban hechas de este material, mientras que ahora se tiende a utilizar LEDs por ser más eficientes y sostenibles.

A través de la página web podemos ver que el museo no tiene que ver sólo con su exposición permanente, sino que pretende ser un “Museo de la Sociedad”. Pretende ser parte de toda la comunidad vasca y dar a conocer diferentes aspectos del patrimonio cultural. Esto puede verse por ejemplo en las exposiciones temporales o actividades que realizan. Ahora mismo hay una exposición temporal llamada “Costumbres romanas para la muerte en Tierras Altas de Soria. Huellas del euskera en epigrafía antigua”. Una vez más, a través de la historia aprendemos sobre otros temas, en este caso sobre las personas que vivían antiguamente en el lugar y sobre una forma antigua del euskera.

La historia detrás de los diferentes científicos que trabajaron e hicieron descubrimientos en el Real Seminario nos muestra una versión humana y cercana de la ciencia. Es el propio Fausto de Elhuyar, que descubrió el wolframio junto con su hermano Juan José, el que nos guía por la historia del wolframio en el video de bienvenida. Además, podemos encontrar historias muy interesantes sobre intrigas reales y espías, que le dan emoción al aprendizaje tanto de la ciencia como de la historia. Y no sólo tenemos historias antiguas, sino que también hay un espacio para la cultura científica, mediante entrevistas a científicos actuales.

En conclusión, tanto la historia de los descubrimientos científicos, la del lugar y los personajes involucrados sirven de excusa para aprender sobre muchos otros aspectos. Parece un museo muy interesante capaz de mostrar diferentes aspectos científicos de manera cercana y humana.

(Fuente imagen: Laboratorium)