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¿Cómo pinta nuestro futuro energético?
14 enero, 2022
(Fuente imagen: renovablesverdes)
Mi visión sobre la situación energética mundial actual es bastante pesimista, lo que no quiere decir que no sea optimista en cuanto al futuro energético.
Hoy en día los combustibles fósiles suponen la mayor parte de la producción mundial de energía, y eso no es sostenible. El modelo energético a nivel global se ha desarrollado, por un lado, sin tener en cuenta que los combustibles fósiles son una fuente de energía finita; y por otro, sin pensar en las consecuencias para el medioambiente.
En la actualidad estamos en torno al pico de producción de combustibles fósiles, donde se han obtenido los recursos más accesibles y de mejor calidad. Cada vez los combustibles fósiles serán menos rentables tanto energéticamente como económicamente. Además, la seguridad de suministros estará cada vez más condicionada a los intereses de los países productores de estas materias primas.
Otro de los graves problemas actuales es el cambio climático, cuyos efectos se están empezando a hacer cada vez más evidentes. Los datos de la concentración de CO2 en la atmósfera desde hace 1000 años muestran un claro aumento desde 1800. La quema de combustibles fósiles es la principal causante de este aumento y el CO2 es uno de los principales gases de efecto invernadero. Se estima que 2ºC es el incremento de temperatura por encima del cual las consecuencias serán graves.
Por esto es necesario cambiar el modelo energético actual, basado principalmente en combustibles fósiles, a uno 100% renovable a largo plazo. La teoría está clara y cada vez hay una mayor concienciación medioambiental. Sin embargo, mi visión actual es pesimista porque a pesar de la gravedad de la situación no veo que se esté llevando a cabo realmente el cambio necesario para hacer frente a los problemas que conllevan la quema masiva de combustibles fósiles. Aunque empresas, políticos y medios de comunicación se muestren de acuerdo con la necesidad de un cambio de modelo energético, tan solo hacen pequeños gestos que pueden ayudar a pequeña escala, pero que no atacan la raíz del problema ni llevan a cabo las transformaciones necesarias. Estas acciones son simples estrategias de marketing y lavados de cara de las compañías, ya que ahora preocuparse por el medio ambiente está de moda.
Las energías renovables recibieron un importante respaldo de la comunidad internacional con el 'Acuerdo de París' suscrito en la Cumbre Mundial del Clima celebrada en diciembre de 2015. Los países firmantes se comprometían a reducir sus emisiones de forma que el aumento de la temperatura media del planeta a final del presente siglo quede muy por debajo de los dos grados, incluso a intentar dejarlo en 1,5 grados. Sin embargo, algunos de los países abandonaron el acuerdo y en las últimas cumbres no se llegó a un acuerdo final.
A pesar de la gravedad de la situación actual y el oscuro pronóstico para el futuro quiero ser optimista, quiero pensar que las investigaciones actuales en cuanto a energía renovable van a dar sus frutos y que se llevará a cabo una transición a un nuevo modelo energético. Por un lado, cada vez se hacen más avances en cuanto a eficiencia energética de energías renovables que se llevan tiempo usando como la energía solar y la eólica. También hay más mecanismos para garantizar su continuidad y poder hacer frente a la demanda. Por otro lado, las investigaciones en energía nuclear de fusión van avanzando. Me gusta pensar que esta energía limpia y 100% renovable será la energía del futuro.
Creo que dada la gravedad de la situación es necesario replantearse el sistema por completo, tener en cuenta que toda la población mundial convivimos en un mismo planeta, debemos abandonar la competición para centrarnos en resolver los problemas globales de manera colaborativa. Debemos ser conscientes de la necesidad del aumento de la potencia renovable instalada, del aumento de su eficiencia energética y por último debemos estar abiertos a realizar ligeros cambios en nuestro estilo de vida para reducir el consumo.
Bibliografía