Blog

(Fuente imagen: Liderpac)

La tecnología no sólo se aplica a nuestros teléfonos y dispositivos electrónicos, sino que ya ha llegado a la comida y sus envases. Los envases tradicionales simplemente contienen los alimentos y los protegen del exterior, además de darnos información del producto. Pero desde hace unos años ha habido una revolución en cuanto a la manera de envasar los alimentos. Por un lado, tenemos los envases activos, que tienen componentes que mejoran las condiciones de conservación del alimento y prolongar su vida útil. Por otro lado, tenemos los envases inteligentes, que contienen indicadores que nos dan información sobre el estado del alimento o de su historia de envase y/o propiedades.

Paseando por el supermercado como consumidor es difícil darse cuenta de si ya estamos rodeados de este tipo de envases o no, a menos que el propio envase te lo diga claramente. Uno de los ejemplos de envases activos son los que ayudan a que el producto dure más tiempo, por ejemplo, mediante la oxidación del hierro eliminando oxígeno e impidiendo la actividad microbiana aeróbica. También se utilizan polímeros absorbentes que absorben agua impidiendo el crecimiento bacteriano. Supongo que muchos productos incluyen ya este tipo de componentes, pero yo no he sido capaz de encontrarlos explícitamente. Supongo que tiene que ver con que este tipo de envase se centra en que el producto dure más y se conserve mejor, sin necesidad de interactuar con el consumidor. De lo que sí es fácil darse cuenta es de que muchos alimentos que antes duraban apenas un par de días en la nevera antes de ponerse malos, ahora puedes tenerlos hasta una semana, como ocurre con las lechugas lavadas y preparadas.

En cuanto a los envases inteligentes, son más visibles que los envases activos, porque su misión es precisamente interactuar con el consumidor dándole información sobre el producto. Un tipo de envase inteligente que se encuentra fácilmente son los códigos QR, que te informan no sólo sobre la fecha de envasado e ingredientes del producto, sino que también te llevan a la página web de la marca como estrategia de marketing.

Hay otros tipos de envases inteligentes que informan al consumidor del estado del producto, mediante reacciones químicas la etiqueta cambia de color indicando el estado del producto. Existen desde etiquetas de cerveza que se vuelven azules cuando la cerveza está fría, hasta rótulos en los lácteos que te informan de si se ha roto la cadena de frío en algún momento.

Otro tipo de envases inteligentes son los autocalentables, que son típicos en los cafés para llevar como los de la imagen. Estos envases tienen tres compartimentos, uno con el producto, y los otros dos con reactivos que al mezclarse generan una reacción exotérmica calentando el producto.

El ritmo frenético con el que vivimos hoy en día hace que tengamos menos tiempo para comprar y cocinar, cada vez buscamos más platos preparados y fáciles de consumir y que puedan transportarse fácilmente. Por ello la tecnología se aplica cada vez más a los envases para satisfacer la demanda de los consumidores y ofrecer nuevas características que permitan a las empresas competir con sus rivales. Las últimas investigaciones se enfocan en la aplicación de la nanotecnología en la industria alimentaria. También está habiendo un cambio en el diseño y composición de los envasados debido al aumento de la concienciación por el medio ambiente de la población.

Referencias:

Envases activos e inteligentes: una visión de futuro - Naukas

Nanomundo - Scientia