Blog

La utopía del solucionismo

1 mayo, 2021

Máster de cultura científicaCiencia tecnología y sociedad

(Fuente imagen: BBVA)

Cada generación ha anunciado catástrofes, y ninguna ha ocurrido. Al revés, el mundo es más vivible ahora y continuará mejorando en el futuro como hasta ahora.

Creo que si pensamos a escala global el mundo es mejor ahora que en el pasado. La mejora de los sistemas de salud y la reducción de la mortalidad infantil han provocado que la esperanza de vida media en el mundo aumente. El problema es que también aumentan las desigualdades sociales. El aumento de esperanza de vida ha hecho que la población haya aumentado tanto que no es sostenible nuestro modo de vida actual basado en la obtención de energía a partir de combustibles fósiles. Las consecuencias del uso masivo de combustibles fósiles se empiezan a hacer visibles en la naturaleza e irá a más en el futuro. Por ello no creo que el mundo continuará mejorando en el futuro, quizás lo haga para unos pocos, pero no para todos.

Una de las consecuencias es el cambio climático. Y aunque hay propuestas de geoingeniería para modificar a gran escala el clima, no hay todavía ninguna realmente viable. Personalmente no creo que la solución al problema sea intentar cambiar el clima, sería como poner un parche en un barco que se hunde. La solución pasa por cuestionarnos y cambiar nuestro modo de consumo insostenible, que es el que está provocando el calentamiento global.

Según Oreskes y Conway las referencias más importantes del cornupianismo son las grandes industrias y los políticos conservadores que ignoran los problemas actuales como la crisis energética o el cambio climático. Los cornupianistas creen, o quieren creer, que los recursos son inagotables. Las grandes industrias quieren beneficios ahora, no se preocupan por los problemas a largo plazo. La ideología capitalista neoliberal es perfecta para los cornupianos, ya que no quieren que el estado regule lo que pueden y no pueden hacer. De esta manera las grandes industrias podrán seguir contaminando y obteniendo beneficios sin pensar en las emisiones contaminantes y el cambio climático.

Los cornupianos confían en que la ciencia y la tecnología encontrarán una manera de afrontar los problemas, y el desafío es que dicha solución encima sea rentable. Creo que el papel de la ciencia y la tecnología es ayudarnos a afrontar los problemas actuales, pero no creo que sean las únicas herramientas. Debemos cuestionarnos si ciencia y tecnología realmente significan siempre progreso y qué hemos hecho mal para provocar un desequilibrio en el planeta a nivel global.

Los cornupianos viven en la utopía del solucionismo de la que habla Garcés. Creo que ignorar los problemas actuales y esperar que la ciencia y la tecnología los solucionen es utópico e ingenuo. Me parece una locura confiar en una solución milagrosa que solucione los problemas en lugar de hacer frente a la raíz de los mismos. La cuestión es que las grandes industrias son conscientes de que ellos y el sistema de consumo son el problema, no creo que sean tan inocentes. Pero los dirigentes de estas industrias tienen los suficientes medios como para asegurar su bienestar en el futuro sin preocuparse por el resto de la humanidad y del planeta.

Referencias

- Oreskes, Naomi y Conway, Erik (2011) Mercaderes de la duda. Madrid: Capitán Swing, 2018.

- Garcés, Marina (2017) La nueva ilustración radical. Barcelona: Anagrama.

- Marris, Emma (1/02/2021) “Inevitable Planetary Doom Has Been Exaggerated”. The Atlantic.


© 2022 Anisotropia.