(Fuente imagen: Elaboración propia)

¿Cuál es el sentido de la vida, el universo y todo lo demás?

42, esa es la respuesta que Douglas Adams escribió en la "Guía del autoestopista galáctico". Siempre me ha parecido una respuesta brillante, brillantemente absurda, porque para mí el sentido de mi vida es precisamente el no dejar nunca de hacerme preguntas, aunque no tengan respuesta. Por algo soy cosmóloga, estoy acostumbrada a las preguntas sin respuesta, a decir continuamente NO LO SÉ. Y es que vivimos en un universo del que apenas conocemos el 5% de su contenido, y la mayoría no sabemos ni dónde está. Pero para mí, lo fascinante es tratar de saber cada día un poquito más. ¿Llegaremos a entenderlo TODO algún día? No lo sé, pero lo dudo mucho, somos demasiado pequeños comparados con un universo que ni si quiera sabemos si es finito o infinito, o si hay más universos por ahí.

Cuando terminé el doctorado decidí cambiar la investigación por la educación y la divulgación. Puse en marcha el proyecto Acoge a un científico en el que estuve 2 años y medio viajando por Latinoamérica divulgando ciencia. En mis charlas hablaba sobre algunas de las preguntas que sabemos responder hasta cierto punto ¿dónde estamos? ¿cuál ha sido la historia del universo? ¿cómo sabemos lo que sabemos? Pero una pregunta siempre lleva a otra, y había dos preguntas inevitables que siempre surgían al final de las charlas ¿de dónde salió todo? ¿estamos solos en el universo?

¿Cómo se originó el universo? ¿Quién o qué creó el universo? ¿Existe Dios? Siempre empiezo respondiendo lo que sabemos científicamente, sabemos que al principio el universo era una sopa de partículas muy calientes chocando unas con otras continuamente. Si nos vamos muy atrás llegamos a una singularidad inicial, el big bang, que no sabemos realmente de dónde salió. La teoría inflacionaria responde a muchas de las preguntas que plantea la teoría del big bang y cuadra con las observaciones que tenemos. Esta teoría nos dice que al principio el universo estaba vacío de materia, que un campo cuántico (te lo puedes imaginar como una energía que lo llenaba todo) llamado inflatón hacía que el espacio-tiempo se estirara cada vez más deprisa. En cierto momento, toda esta energía se transformó en partículas. No sabemos si fue un campo cuántico o varios, y todavía queda mucho por investigar, pero personalmente me fascina esta teoría y sus predicciones están de acuerdo con las observaciones que tenemos.

Si existe un Dios o no, no lo sé, sólo sé que yo no lo necesito en mi vida. Creo que esa es una pregunta muy personal, que debemos aprender a distinguir entre ciencia y religión, y no son incompatibles. La ciencia responde a preguntas basándose en la evidencia. Creo que la religión se basa en la fe, y es una manera diferente de acercarse a esas preguntas para las que no tenemos respuesta.

En cuanto a si estamos solos en el universo, no lo sé, pero creo que sería muy egocéntrico pensar que con lo grande que es el universo conocido, y teniendo en cuenta todo lo que desconocemos, somos la única forma de vida.

La ciencia se basa en intentar buscar respuesta a preguntas para las que no tenemos respuesta, y por cada respuesta que se encuentra surgen muchas más. Para mí esa es la belleza de la ciencia y de la cosmología.